Amigas acabo de tener una experiencia de lo mas gratificante: el sábado 3 de Marzo acudí a invitación de la compañera Esperancita a un Encuentro-Taller de Mujeres. El evento se desarrolló en el local del sindicato de telefonistas aquí en Torreón y fue organizado por un grupo de mujeres creo que la Unión Nacional de Mujeres. (este dato luego lo preciso, porque no estoy muy segura de la nomenclatura del grupo).
El caso es que acudí un poco arrastrando los pies, confieso. Había una semana super-duper de recargada de trabajo y poco sueño. Era sábado, tenía por delante 2 reuniones para esa misma tarde y la idea de tener que acudir a otra reunión mañanera en lugar de "fodonguear" y "tirar barra" un rato, levantar los pies y "chutarme" por decir 2 o 3 ejemplares de "La Jornada" que se acumula día a día inevitablemente en una pila de medio metro de periódicos polvorientos que nunca tengo tiempo de leer, francamente, no me hacía gracia...
Pero ahí voy, fiel a la causa. Llegué al salón y estaba en pleno bullicio. Desde que entré sentí de golpe la energía que emanaba del grupo de mujeres presentes, era una intensa buena "vibra" que casi podía asir con la mano. Había entusiasmo, alegría, expectación y calidez en las expresiones de todas esas mujeres. Se oía el zumbido de las conversaciones vivaces entre unas y otras, acomodadas en las grandes mesas de trabajo y se me vino a la mente un panal de abejitas entusiastas.
Se me dibujó mi sonrisa característica en la cara, compañera fiel de lucha y trabajo que casi nunca me abandona excepto cuando ando muy cansada, de plano enferma o encabritada como habría de suceder esa misma tarde pero ese es otro cuento; y ya no me abandonó durante todo el evento. Salí revivida, rejuvenecida, relajada y muy feliz del encuentro, con las pilas mas recargadas que si hubiera dormido una buena siesta, les juro.
Después de una breve introducción de las organizadoras, nos dividimos en 6 mesas de trabajo con un coordinadora al frente. Ahí se escogió la relatora en cada mesa y procedimos a abordar el tema que le correspondió a la mesa.
La participación de todas las compañeras, procedentes de diferentes medios, del campo, de la ciudad, amas de casa, trabajadoras de maquila, campesinas, profesionistas, fue increible. Cada una tenía algo que decir sobre su género, sus circunstancias de vida, sus aspiraciones como mujeres, como ciudadanas, n'ombre, fue una experiencia padrísima, nutritiva diría yo, porque siento que me nutrí ese día de mayor ánimo, energía, entusiasmo e ideales.
Se hizo un break antes de la plenaria para exponer las conclusiones de todas las mesas. Esperanza se lució con sus compañeras. Prepararon un platillo modesto pero muy sabroso y seguimos compartiendo y platicando en las mesas, ya con un ambiente mas relajado e informal pero sobre todo mas personal. Conocí a dos mujeres jóvenes de comunidades rurales del Mpio. de San Pedro que me parecieron tan centradas, tan sabias a su manera, que me parece son líderes naturales, o debieran serlo, por su sinceridad y transparencia. También participó una joven obrera (maquila, que mas aquí en la Laguna?) que veías tú que casi revienta de la necesidad de expresarse con una pasión de verdad contagiosa. La elegimos relatora en la mesa, y se llevó las palmas, la compañerita (porque esta muy joven) resultó una oradora natural.
Después de una breve introducción de las organizadoras, nos dividimos en 6 mesas de trabajo con un coordinadora al frente. Ahí se escogió la relatora en cada mesa y procedimos a abordar el tema que le correspondió a la mesa.
La participación de todas las compañeras, procedentes de diferentes medios, del campo, de la ciudad, amas de casa, trabajadoras de maquila, campesinas, profesionistas, fue increible. Cada una tenía algo que decir sobre su género, sus circunstancias de vida, sus aspiraciones como mujeres, como ciudadanas, n'ombre, fue una experiencia padrísima, nutritiva diría yo, porque siento que me nutrí ese día de mayor ánimo, energía, entusiasmo e ideales.
Se hizo un break antes de la plenaria para exponer las conclusiones de todas las mesas. Esperanza se lució con sus compañeras. Prepararon un platillo modesto pero muy sabroso y seguimos compartiendo y platicando en las mesas, ya con un ambiente mas relajado e informal pero sobre todo mas personal. Conocí a dos mujeres jóvenes de comunidades rurales del Mpio. de San Pedro que me parecieron tan centradas, tan sabias a su manera, que me parece son líderes naturales, o debieran serlo, por su sinceridad y transparencia. También participó una joven obrera (maquila, que mas aquí en la Laguna?) que veías tú que casi revienta de la necesidad de expresarse con una pasión de verdad contagiosa. La elegimos relatora en la mesa, y se llevó las palmas, la compañerita (porque esta muy joven) resultó una oradora natural.
Había varias compañeras que acudieron con sus niños. Estos se la pasaron jugando en un ambiente de fiesta. Pero me llamó a atención esta niñita, muy seria y muy hacendosa, ahí estaba en la cocina con su madre ayudando a servir los platos para las mesas. Le puse a esta foto: la cocinera mas pequeña.
Durante el desarrollo del evento, en forma ordenada, fueron acudiendo los presentes al módulo de credencialización que se instaló. Muchas caras sonrientes mostraban orgullosas su credencial que ahora las acredita como representantes del gobierno legítimo de Andrés Manuel López
Obrado. ¡Viva López Obrador!
Se acabó el break y empezó la plenaria con conclusiones muy interesantes de cada mesa. Necesito pedirle a Esperanza el documento final de la relatoría para luego vincularlo a esta página. Se las debo. Pero de la mesa 6 que me tocó, abordamos la participación política de la mujer. Entre las conclusiones, planteamos que la participación de la mujer en polítca, aparentemente es reciente si consideramos la fecha a partir de la cual se nos concede el voto en el país; pero en realidad siempre hemos participado en la política, siempre hemos estado ahí en todos los movimientos sociales y políticos del país. Hemos sido invisibles, eso sí, pero ahí hemos estado; en la colonización, en la Independencia, en la Reforma, en la Revolución, etc. La mujer ha ido dejando un poco su "invisibilidad" y ahora aparece mas claramente como un ente político y desea participar mas activamente en los quehaceres políticos, sociales y económicos de nuestra sociedad. Concluimos pues que es importante nuestra participación activa, que como la mitad de la población nosotras podemos inclinar la balanza a favor de tal o cual propuesta de Nación, de tal o cual iniciativa de Ley, incluso determinar una elección. Por lo tanto, los políticos ahora cortejan el voto femenino y los partidos buscan tener representación femenina. De ahí la necesidad de estar bien informadas, de tener conciencia de clase y formación política para evitar la manipulación.
Hubo preguntas y respuestas. Solo estuvieron presentes unos tres varones. A uno se le ocurrió cuestionar un poquito la igualdad, pues se metió en la cuestión de las diferencias biológicas que indudablemente existen entre los géneros. Bueno pues la compañerita que le puse la oradora natural le contestó con un apasionamiento de por que exigíamos igualdad de derechos las mujeres, y como lo biológico no es determinante, etc., bueno ya se imaginarán como le llovió al pobre hombre. Seguramente su intención era de buena fé, y talvez su pregunta no la estructuró bien, pero hagan de cuenta que alborotó al enjambre de abejas. Ella estaba tan emocionada que no se conformó con contestarle al susodicho desde el micrófono, sino que se subió al presidium que estaba atrás de las compañeras, sería para ver mejor al involuntario infractor de la armonía reinante hasta entonces.
Hubo preguntas y respuestas. Solo estuvieron presentes unos tres varones. A uno se le ocurrió cuestionar un poquito la igualdad, pues se metió en la cuestión de las diferencias biológicas que indudablemente existen entre los géneros. Bueno pues la compañerita que le puse la oradora natural le contestó con un apasionamiento de por que exigíamos igualdad de derechos las mujeres, y como lo biológico no es determinante, etc., bueno ya se imaginarán como le llovió al pobre hombre. Seguramente su intención era de buena fé, y talvez su pregunta no la estructuró bien, pero hagan de cuenta que alborotó al enjambre de abejas. Ella estaba tan emocionada que no se conformó con contestarle al susodicho desde el micrófono, sino que se subió al presidium que estaba atrás de las compañeras, sería para ver mejor al involuntario infractor de la armonía reinante hasta entonces.
Para cerrar con broche de oro, hubo un merecido reconocimiento a dos mujeres: a Doña Cuca Orona, dirigente de colonias y movimientos sociales importantes aquí en Torreón, una mujerona que a sus 75 u 80 años será, y con una operación delicada de corazón abierto en su haber, sigue en pie de lucha después de mas de 30 años; y a la maestra Esperanza Olguín, dirigente político y social, uno de los mejores cuadros del PRD en el estado, quien ha sido diputada local y que a pesar de su juventud cuenta con una rica experiencia como política seria y comprometida con el Pueblo. Dos mujeronas, le puse yo a esta foto. Estaba tan emocionada que me tembló la manita y me salieron un poquito borrosas las fotos. Pero a poco no impacta la imagen de estas dos mujeronas juntas y lo que representan, sobre todo. Una luchadora ya vieja, cuadro dirigente salido del pueblo, sin estudios formales pero con una lucidez, una conciencia de clase y formación política adquirida en la lucha diaria y la experiencia; la otra, profesionista joven comprometida hasta las cachas con la lucha social, con preparación y conciencia de izquierda mas documentada pero con la humildad de reconocerse en las otras y ponerse la camiseta de las campesinas y obreras que apoya. ¡Que mujeronas!
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