Amigas: a continuación me permito copiar un artículo del escritor Jaime Muñoz, coincidimos con él en que no debemos perder el optimismo y la esperanza en cambiar este país por el bien de todos:
Es fácil tener arriba la moral cuando las realidades y los signos son harto favorables.
Lo difícil es mantener la moral en alto cuando las circunstancias se empeñan en mostrarnos que la salida del túnel, si la hay, todavía está muy lejos, más allá de lo que habíamos previsto.
No por otra razón el Che hacía severas reprensiones a los militantes que, en vez de evidenciar “optimismo revolucionario”, se dedicaban abiertamente o en secreto a propalar la idea de que ya todo estaba perdido, de que más vale bajar los brazos y emprender la retirada, el blandengue sálvese quien pueda.
Me da la impresión de que las porquerías que hemos vivido tienen en la lona moral a muchos ciudadanos que apoyaron la causa de la izquierda (o de lo que queda de ella), o sea que les enjaretaron un mandatario espurio y de pasada les bajaron las pilas.
Quizá en algo les asiste la razón; fue tan procaz la intromisión de elementos turbios en el desarrollo del proceso electoral y es tanta la impunidad, tanto el cinismo, que casi no queda espacio en el alma para estacionar allí ni un mendrugo de optimismo.
Están en su derecho quienes han dado la espalda a lo que tanto apoyaron antes y poco después del 2 de julio, pero también creo que tienen derecho a seguir en la lucha quienes se sienten ofendidos por la truculencia de la sucesión.
Por mi parte, no me voy a sumar a quienes apedrearon con todo su furor a AMLO y ahora, embusteramente desconcertados, se preguntan por qué no cuajó el pejismo en las elecciones de Tabasco. Tampoco soy de los que, ingenuamente victoriosos, levantan la mano de AMLO y lo declaran irrefutable ganador.
Para mí, el proceso electoral fue un cochinero tan inmundo, tan pisoteado por la bota texana oficial, que ante el estrecho resultado no tengo otra salida más que ésta: México no tendrá presidente de la República.
El Estado ensució adrede las elecciones y pese a eso quiere que el país acepte a un presidente que en términos reales será mandatario sólo porque los poderes fácticos así lo han determinado, no porque goce de real legitimidad.
Con un sujeto que estará en Los Pinos como falaz Ejecutivo, a cualquier ente progresista del país no le queda más que vivir en resistencia ideológica y, al alimón, construyendo algo, lo que sea, para cargar el futuro, pues si algo enseñaron Martí, Sandino, el Che, es a no perder el ánimo.
Hablo de mi caso: siento que una vez más me impusieron un presidente, pero la moral sigue en alto. No hay que darles el gusto de parecer derrotados, pues no hubo tal derrota. Hay que decir lo que dijo Gabriel Peri frente al pelotón de fusilamiento:“El día viene, hermoso”.
rutanortelaguna@yahoo.com.mx
Después de recorrer la Alameda rezando el rosario y elevando plegarias por la Paz en Oaxaca, nos colocamos en donde siempre, y pusimos nuestro "panteón" con los sepulcros de: Justicia Social, Economía Familiar y la niña Democracia. Agregamos un elemento nuevo que fue una fosa común "enchamucada" para enterrar a los enemigos del Pueblo. A la gente que se acercaba se le pedía que mandaran al pozo alguno de estas lacras sociales. Al final de la jornada se habían mandado al averno a: Ulises Ruiz, la violencia en Oaxaca, a FeCal, a Fox y cía., al desempleo, bajos salarios, empresarios voraces, a la pederastia, el narcomenudeo, entre otros. Fue una buena experiencia porque así se permite que el público opine, aunque sea por escrito. Con tristeza veo que pocos ciudadanos se atreven a hablar, aunque les cedas el micrófono, talvez porque hablar por micrófono les resulta intimidante. Así con este tipo de dinámica la gente se expresa al menos por escrito.Nos invitaron a participar en un concurso de altares de muertos en colaboración con un grupo de ciudadanos que está organizando el festejo alternativo del centenario de Torreón para que esta sea una fiesta del Pueblo para todos y no solo el grupo elitista político (P.A.N.) y cultural que actualmente organiza el centenario de Torreón.Ahí estaremos pues el miércoles 1o. de Noviembre en la Alameda, solo que ahora en el área central y seguiremos "enterrando" enemigos del Pueblo.
Gloria, Glorífica le decía nuestro padre anciano, ahí va somnoliente todavía, mi hermanita poeta, idealista y talentosa, cargando la bolsa de playeras y gorras para las otras hermanitas buena onda, otra historia, de las Mijares, que llegaron tarde y se incorporaron al final con otro grupo de ciudadanas buena onda de Ciudad Lerdo, Durango. A estas compañeras también les tupieron duro, máxime que iban menos en la columna de corredores, pero órale que gente del público intervinieron y se impusieron a que las dejaran caminar y llegar a la meta, y las compañeritas llegaron! Abucheos hubo, pero también muchos aplausos!
Este valiente caballero a quien admiro, el escritor Jaime Muñoz, acudió con sus tres hijitas, y cuando mas nos zaherían, y nos abucheaban, y nos aventaban de todo desde bolitas de papel a envases de refresco llenos y vacíos, al llegar a la meta sobre todo, seguramente ocupada por panistas, cómo me impresionó su entereza y decisión, pero sobre todo la decisión de su hijita mayor, de algunos 8 o 9 años que se llevó el día: a pesar de los abucheos y gritos ensordecedores de: fuera! fuera!, ella enterita y con una enorme valentía levantaba su estandarte pidiendo una verdadera democracia, y con su inocencia y candor de niña sonreía a los ofensores y mas les blandía con gracia su pancarta con una seguridad que nos inspiraba a los mas viejos. Mis respetos a esa niña inocente que representa la esperanza del México futuro! Desgraciadamente no salió su foto, espero rescatar alguna foto de ella de alguien mas, esa niña pinta para líder social futura!
Aquí una toma de la columna de ciudadanos que nos incorporamos a la carrera de los 10 kms. Por el camino de la Colón al Bosque en donde terminaba la carrera, la gente apostada a la vía, muchos nos aplaudían, levantaban el pulgar, los mismos corredores nos expresaban su solidaridad. Lo feo vino cuando llegamos ya al Bosque en la última etapa, para llegar a la meta. Aquello parecía en ratos un circo romano. No nos lincharon porque la gente de Torreón, de la Comarca en sí es buena. Los fanáticos nos gritaron de todo, recuerden éste es un bastión panista, pero no nos agredieron físicamente, hay que decirlo. Pudimos parecer provocadores, pero no, la verdad, íbamos en silencio, aguantando los insultos, estoicos pero puestotes en la lucha, por nuestros ideales, por la esperanza de un México mejor!
Hubo de todo. Gente que nos aplaudió, gente que nos abucheó. Gente con el pulgar en alto, gente mezquina que nos aventó envases de refrescos.
