


Llegamos como siempre a nuestro lugar en la Alameda de Torreón y vestidas de negro con velas encendidas recorrimos la Alameda rezando el rosario. La gente se nos queda viendo sacada de onda hasta que escuchaban reiteradamente la plegaria que elevábamos entre rezo y rezo: ¡Por la Paz en Oaxaca! Mis hijas vestidas de Parca iban por delante. Normalmente causan risa pues bien payacillas se ponen a bailar y causan hilaridad entre los espectadores. Ahora iban muy serias, tétricas incluso; y no vi que nadie se regocijara. Por el contrario un joven comerciante que vende CD's y tiene a todo volumen la música, la apagó cuando pasamos, me imagino que en señal de respeto.
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